La caída del muro













No fue la noche del jueves 9 de noviembre de 1.989 cuando tuvo lugar la caída del muro, aunque físicamente todos pudimos ver como Berlín se resquebrajaba. La verdadera caída, entendida como liquidación de la rivalidad ideológica entre los dos grandes bloques, está teniendo lugar en estos momentos de crash financiero internacional. Me explico, la causa por la cual el modelo de socialismo real, entendido como contrapunto del capitalismo, dejó de ser funcional a finales de los 80 no se encuentra tanto en la rigidez del sistema de economía estalizada como en las sucesivas adaptaciones que el sistema capitalista ha exprimentado desde sus origenes. Los esquemas de poder eran idénticos en ambos sistemas, llámense Comintern o lobbys, la diferencia radica en el grado de permisividad para que los otros entren en juego: democracia burguesa y dictadura del proletariado. El problema es que a partir de los 50 empieza a consolidarse un tercer actor en la escena económica occidental, la clase media, una suerte de híbrido entre el burgués y el proletario. Surge entonces la necesidad de dar cobertura al recién nacido, el Estado del Bienestar. El subsiguiente problema es atribuirle la paternidad al nuevo invento ¿es la salida democrática del comuniso o la reconversión del capitalismo?. La cuestión es realmente relevante porque Estado, sea del Bienestar o no, es ontológicamente incompatible con el capitalismo, sea salvaje o no, por eso la primera economía del mundo ha escapado hasta ahora de medidas intervencionistas o estatalistas (salvo en temas arancelarios), y decimos hasta ahora porque la situación actual representada por el desesperado rescate de instituciones financieras por el sector público en los EE.UU supone en esencia la verdadera caída del muro. El mercado como patrón de conducta no se ajusta ya a la realidad surgida tras el florecimiento de las clases medias como tampoco lo pudo hacer la economía de no mercado. ¿Qué ha ocurrido entonces?, muchas cosas (internet, terrorismo islámista, economías emergentes, globalización) pero 19 años después de la caída del muro de Berlín los grandes gigantes Rusia y China subsisten, y lo hacen porque han encontrado la vía de escape, un bug del sistema, el capitalismo de Estado. A mes y medio de las elecciones presidenciales norteamericanas se cierne sobre el Tio Sam un tenebrososo horizonte: la caida del muro que ha empezado con el de la calle que lleva su nombre, Wall Street.

No hay comentarios: