Y este cuento se acabó, que no vale la pena llevar al veterinario a un gato tan curioso, si acaso, o tal vez tampoco lo merezca, al taxidermista. El exceso de control, ese innato y tan desarrollado instinto de los felinos, no debe confundirse con la curiosidad que, salvo la sana, es siempre compañera de la desconfianza. Una traición nunca se sospecha, se sufre y se pasa página, o se cambia de libro; en cambio, la sospecha es mero recurso tautológico contra la inseguridad, que además de convertir al presunto inocente en sospechoso culpable, no se detendrá hasta encontrarlo.
‘1944’: Todo lo que sabemos de la nueva serie de ‘Yellowstone’ que seguirá
tras ‘1923’
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[image: 1923 serie Yellowstone Spencer Dutton]
El universo de Yellowstone está más vivo que nunca y no da señales de
desaceleración. Con la conclusión ofi...
Hace 2 horas
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